sábado, 14 de diciembre de 2019

III Domingo de Adviento: ¡Acógelo!

     La invitación al gozo y la alegría irrumpe con fuerza en este tercer domingo de Adviento. La razón: hasta el corazón más resistido y desértico es llamado a verdea y florecer, porque, ¡la gloria del Señor está próxima!
     “¡Alaba alma mía al Señor!”, porque, apoyados en el Señor, es posible vencer las tinieblas del odio, del resentimiento, del mal, del miedo que genera la incertidumbre.
     La ciencia de la paz que aconseja Santiago es un don del Espíritu Santo que consiste en sintonizar con el plan de Vida del Señor, que discretamente continúa su desarrollo, y no dejarse afligir por los signos que aparentemente lo contrarían.
     Quien se atreve a hacer la experiencia de recorrer el camino litúrgico de Adviento, como el Bautista, descubrirá el valor del perdón, de la reconciliación y de la paz, y gustará en su corazón el gozo que regala acoger al Príncipe de la Paz.

    Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


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