sábado, 25 de noviembre de 2017

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

     Llegamos al final del año cristiano, el Ciclo A. Cada año cristiano , aunque a lo largo del mismo conmemoremos los mismos acontecimientos, no es un año más, sino una nueva oportunidad que el Señor nos regala para continuar profundizando en el misterio de Dios y creciendo en nuestra vida de fe. Cada año cristiano es único.
     Celebramos el último domingo de este año cristiano recordando y celebrando que Jesús es el centro de la vida de la Iglesia, de nuestra vida, celebramos la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. El sentido de esta fiesta se resume con estas palabras tomadas del libro del Apocalípsis que recoge el Pregón Pascual: "Jesucristo principio y fin, alfa y omega, suyo es el tiempo y la eternidad". Pero para afirmar que Jesucristo es Rey tenemos que tener muy claro que su realeza y su reinado no son según el estilo del mundo, sino según el corazón de Dios. En nuestra vida existen muchas cosas materiales que ejercen sobre nosotros, a veces sin darnos cuenta, una realeza equivocada y vacía y un reinado dañino y estéril. Son cosas muchas veces impuestas por nuestro entorno más cercano y siempre según la mentalidad del mundo.
     Jesús, en cambio, es Rey y ejerce su reinado según el corazón de Dios, que es amor y misericordia. Muchos son los pasajes de la escritura que hablan de la realeza de Jesús, principalmente en el Evangelio, de donde quiero destacar dos tomados del Evangelio de San Juan: el lavatorio de pies (Juan 13, 1-15) y la crucifixión (Jn 19, 18-30).  Jesús es Rey en el lavatorio de pies y reina desde la Cruz. Su reinado se basa en el amor y la misericordia, y consiste en el servicio y la entrega hasta dar su propia vida. 
     En nuestra oración personal de esta última semana del año litúrgico podríamos preguntarnos qué cosas, personas, acontecimientos, etc reinan en nuestra vida, qué ponemos en el centro de la misma, si somos capaces de pones a Jesucristo nuestro Rey en el centro de nuestra existencia, si somos capaces de reconocer en nuestra vida las características de su reinado y de llevarlas a la vida de quienes nos rodean. Con esta reflexión afrontemos la última semana del año cristiano que nos conducirá a otro año litúrgico nuevo que dará comienzo el próximo domingo con la celebración del tiempo de Adviento.

    Les dejamos el enlace con las lecturas de hoy, un video del Evangelio y el Salmo 71, muy apropiado para esta solemnidad.




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