viernes, 30 de diciembre de 2016

Un nuevo año, un nuevo tiempo.

Queridos hermanos:
     Comenzamos un nuevo año, un nuevo tiempo que el Señor nos regala para seguir construyendo su reino en medio de nuestra Comunidad Parroquial, a la luz del Evangelio y bajo la mirada de nuestra madre la siempre Virgen María.
    Durante los días previos a la Navidad muchos fueron los momentos vividos, desde el brindis en la casa parroquial con los agentes de pastoral, pasando por la chocolatada servida a nuestro necesitados y pobres de la parroquia hasta la celebración con los niños mensajeros de estrellas. Entre tanto se predicó en las Eucaristías sobre la universalidad de Cristo y su Evangelio, la fuerza que tenemos los cristianos cuando vivimos con autenticidad nuestras celebraciones y por supuesto, la radical importancia que es dar motivos de nuestra fe con los proyectos y necesidades de la Iglesia.
    Cuando llegan estas fechas revisamos el año que acaba y hacemos buenos y nuevos propósitos para el que comienza. Sería bueno que lo hiciéramos también en nuestra vida de fe y de comunidad.
    El año que acabamos de terminar ha sido un año intenso en nuestra parroquia. En lo pastoral se avanzó en el trabajo del plan pastoral para este año respondiendo a los primeros libretos propuestos por la diócesis para su debate y puesta en común cara a avanzar en nuevos objetivos en las programaciones de cada sector de la pastoral. También se está llevando a cabo la renovación de los leccionarios en los que se encuentran la Palabra de Dios, que se proclama en la eucaristía y celebraciones litúrgicas, según ha establecido la Conferencia Episcopal Española.
    En lo patrimonial se ha procedido al mantenimiento y adecentamiento de los locales parroquiales donde se atienden a los necesitados, a los niños y adultos de catequesis y se reúnen los diferentes grupos de la parroquia. También se ha restaurado algunos de los bancos más antiguos y la Virgen del Buen Suceso está estrenando nuevo báculo de abadesa. Pero las acciones estrellas del 2016 ha sido, sin duda, la restauración de la Casa Parroquial de La Milagrosa y el comienzo de la sustitución de las puertas de nuestro Templo Parroquial, con las dos laterales de la fachada principal, la Puerta de la Misericordia (Bautismo) y Puerta del Paraíso (Sagrario). Agradecemos a Dios los objetivos conseguidos con el trabajo, el esfuerzo y la colaboración de muchos.
     Para el año que estamos comenzando, tenemos previsto acabar la renovación de los leccionarios litúrgicos en todos nuestros lugares de culto, la adquisición de una base en madera para nuestro armonio para protegerlo de la humedad y la restauración de la parte inferior del retablo del Sagrario donde se colocará la imagen del cristo yacente que procesiona el Viernes Santos. Además, estamos a punto de sustituir la puerta lateral de nuestro Templo Parroquial, llamada Puerta de la Mujer, para recordarnos la importancia de la mujer en la Iglesia, personificada en tres mujeres de nuestro pueblo, cuyas vidas son un ejemplo de amor, dedicación y entrega en la parroquia: Pinito Guzmán, Evita y Lala. Y mirando a nuestras Fiestas Patronales, pretendemos llevar a cabo la sustitución de la puerta central interior de nuestro templo, para lo cual te hemos pedido que, desde tus posibilidades, colabores durante estos días haciendo a tu parroquia un regalo de Navidad, poniendo tu donativo en un sobre cualquiera y depositándolo en la cuna debajo del altar. Y ya puestos, por qué no pensar también en la sustitución de la exterior.
     Todas estas acciones de restauración y conservación del magnífico patrimonio heredado de nuestros antepasados y que nos ayuda a cercarnos a Dios, no tendría ningún sentido sin nuestra labor de atención a nuestros necesitados, enfermos, niños, jóvenes y adultos, y a todo aquel que llama a nuestras puertas solicitando algún servicio. No debemos olvidar que el mayor y más valioso patrimonio de la Iglesia somos siempre las personas. Sin nosotros, sin nuestros rostros y nombres, y sin nuestro trabajo, no existiría la comunidad.
     Así damos gracias a Dios por tanto esfuerzo compartido, por tanto don recibido y sobre todo por el ejercicio de avanzar en el fortalecimiento de nuestra comunidad parroquial. Este año Cristo se encuentra en el Archivo Secreto Vaticano y en el Archivo de il Gesú profundizando en su tema para la tesis doctoral, al cual le deseamos el mejor de los augurios.
     Miremos con alegría y esperanza, ilusión y entusiasmo al 2017. Ánimo, el Señor camina con nosotros. Feliz Año Nuevo.

Jose García/ Sofía Calderín
Redactores Hoja Parroquial

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