sábado, 28 de mayo de 2016

Solemnidad del Corpus Christi

 
     Celebramos la Solemnidad del Corpus Christi, donde se nos invita a comer el cuerpo y la sangre de Cristo y a vivir la Caridad de Cristo. 
  ¿Cómo interpretar el Antiguo Testamento? Los primeros cristianos se hicieron a menudo esta pregunta y desarrollaron un modo de leer la Biblia que llamaron “tipología”. La tipología consiste en encontrar una relación entre dos historias, normalmente del Antiguo y del Nuevo Testamento. Esta relación nos hace descubrir que Dios ha ido actuando en la historia, anunciando el futuro en el pasado y revelando el verdadero significado del pasado en el futuro. Por ejemplo, el sacrificio de Isaac en el monte Moria (Génesis 22) es figura del sacrificio de Jesucristo en el monte Calvario. Los relatos antiguos también podían prefigurar los sacramentos de la Iglesia. Así, el paso por el mar Rojo se convirtió en figura del bautismo. El lector creyente comprende así que cada evento es un eslabón de la gran historia de salvación que Dios va trazando providencialmente y que tiene como eje a Cristo. Teniendo en cuenta esto, podemos comprender ahora porqué se lee en esta Solemnidad del Corpus Christi la primera lectura, tipología de la Eucaristía. Como Melquisedec, rey y sacerdote, bendijo a Dios por la victoria de Abraham y ofreció pan y vino, así también Jesucristo, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec (Salmo 110,4; Hebreos 5,6), bendice a Dios y ofrece su cuerpo y su sangre en el misterio eucarístico. También el Evangelio puede ser leído de forma tipológica. Como Jesús bendijo el pan y los peces y dio de comer a la multitud hambrienta, así cada Eucaristía es un milagro en el que los creyentes comen el pan y el vino de la vida. No en vano, la Eucaristía está íntimamente unida a la alegría de los pobres. Por último, la segunda lectura representa el relato más antiguo que poseemos sobre la cena del Señor. San Pablo comunica a los corintios que cada vez que comen del pan partido y beben del vino bendecido conmemoran la muerte del Señor hasta que él vuelva. Así pues, en la celebración eucarística se unen el pasado fundante de la entrega de Jesús, el presente actuante de la brega del Reino y el futuro esperanzado de la bienaventuranza final. En la Eucaristía toda la realidad encuentra sentido.

Les dejamos el enlace con la Palabra de Dios y un video del Evangelio.


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